La investigación se inspira en los conductores profesionales de ‘drifting’
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Toyota Research Institute (TRI) y la Universidad de Stanford (Estados Unidos) están estudiando de forma conjunta cómo mejorar la seguridad de los automóviles, inspirándose en las habilidades de los conductores profesionales de ‘drifting’ (sobreviraje) y combinando la tecnología de los vehículos autónomos con inteligencia artificial (IA), ya que cada año, los accidentes automovilísticos causan alrededor de 1,25 millones de víctimas mortales en todo el mundo.
Su objetivo es diseñar un nuevo nivel de tecnología de seguridad activa y compartirla de manera global para que Toyota y otros fabricantes de automóviles puedan implementarla en la carretera.
El responsable del laboratorio de Diseño Dinámico de la Universidad de Stanford, Chris Gerdes, ha afirmado que, desde 2008, su laboratorio se ha inspirado en los pilotos reales de coches de carreras para el diseño de algoritmos que permiten a los vehículos con un grado de conducción autónoma gestionar las emergencias más complejas.
Cada año, los accidentes automovilísticos causan casi 40.000 víctimas mortales en Estados Unidos y alrededor de 1,25 millones de víctimas mortales en todo el mundo.
“Hay accidentes mortales de vehículos que resultan de situaciones extremas donde la mayoría de los conductores necesitarían habilidades sobrehumanas para evitar una colisión”, ha afirmado el consejero delegado de Toyota Research Institute y científico jefe de Toyota Motor Corporation (TMC), Gill Pratt.
En este sentido, “los conductores necesitan hacer maniobras que están más allá de sus habilidades y capacidad de control del vehículo. A través de este proyecto, Toyota quiere aprender de algunos de los conductores más cualificados del mundo para desarrollar sofisticados algoritmos de control que amplifiquen las habilidades de conducción humana y mantengan a las personas seguras”, ha añadido Pratt.
UN PROYECTO BASADO EN EL DERRAPE
El proyecto actual se basa en el artículo publicado de Stanford ‘Opening New Dimensions: Vehicle Motion Planning and Control using Brakes while Drifting’ en el que los investigadores de Stanford pusieron en práctica derrapes controlados muy complejos con el Marty, un DeLorean electrificado y automatizado.
Los resultados experimentales de Stanford permitieron crear un sistema de gestión electrónica de pruebas capaz de controlar un vehículo de propulsión trasera derrapando, utilizando para ello los frenos, la dirección y la propia propulsión.
Toyota ahora está aplicando esta gestión a las plataformas de sus nuevos vehículos, incluyendo el deportivo GR Supra.
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