MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Expertos de Vithas Neuro Rehab Human Brain (NeuroRHB), especializados en rehabilitación neurológica de lesiones de tráfico graves, destacan que el 45 por ciento de pacientes ingresados con traumatismo craneoencefálico grave en 2021 ha sido por atropello.
Según estos expertos, tras la recuperación progresiva del nivel de conciencia y de la orientación, la mayoría de las personas que sufren un accidente de este tipo presentan gran diversidad de secuelas físicas, cognitivas y de comportamiento que varían en su naturaleza y gravedad, en función de la extensión y localización del daño cerebral, así como de las características de personalidad e inteligencia previas que tuviera la persona atropellada.
Según la doctora Belén Moliner, directora médica de Vithas NeuroRHB, los pacientes atropellados que ingresan en los hospitales Vithas para ser neurorrehabilitados suelen presentar un alto grado de dependencia, por la gravedad de su afectación motora, cognitiva y conductual, lo cual les impide desarrollar las actividades básicas de autocuidado e higiene personal, como comer, peinarse, lavarse los dientes o ducharse, por ejemplo. “Además, al ingreso, la mayoría de pacientes requiere de silla de ruedas para sus desplazamientos”, comenta.
No obstante, los datos son “muy esperanzadores”, ya que, durante 2021, en los centros de neurorrehabilitación de Vithas, un 90 por ciento de los pacientes atendidos con traumatismo craneoencefálico grave mejoraron a nivel cognitivo y motor, lo que redujo su necesidad de dependencia y mejoró su autonomía funcional; y más de un 75 por ciento de ellos pudieron ser independientes al alta en actividades básicas de la vida diaria y un 62 por ciento pudo iniciar y completar su programa intensivo de marcha.
PLAN INTENSIVO DE RECUPERACIÓN DE LA MARCHA
“Por otro lado, cuando a nivel médico hablamos de alteraciones en la marcha, nos referimos a las dificultades que una persona presenta para caminar después de sufrir daño cerebral”, puntualiza la doctora Carolina Colomer, directora clínica de los centros de neurorrehabilitación del grupo Vithas.
Según la experta, el reto inicial es lograr mantener el equilibrio, primero estando parado y luego durante el movimiento, dos elementos que son “claves” para poder empezar a caminar. Es más, varias semanas después de este tipo de lesión, casi la mitad de los pacientes no pueden desplazarse por ellos mismos. “Y, aunque puedan caminar con poca ayuda o sin ella, la marcha que se logra en muchos casos es poco eficaz, lenta e inestable, lo que provoca mucha fatiga y un elevado riesgo de caídas”, añade.
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