VALLADOLID, 27 (EUROPA PRESS)
El presidente-director general de Renault España, José Vicente de los Mozos, ha pedido “celeridad” a los sindicatos para llegar a un acuerdo del convenio y el nuevo plan industrial para las factorías españolas porque en febrero se adjudicarán los modelos de la marca del rombo y a él le gusta “ganar los partidos” y “si se ha llegado al minuto 75” no quiere perderlo en los últimos minutos.
De los Mozos se ha expresado así en referencia la negociación que se mantiene con los sindicatos y la posterior aplicación del plan ‘Renaultion’ en España, un “plan de futuro” en el que se quiere trabajar en el país hacia la electrificación, que acelere la digitalización, las nuevas competencias, etcétera.
Así, ha incidido en que “con suerte” se ha retomado el diálogo con las centrales sindicales tras el parón que se produjo en diciembre y las ha pedido “diligencia” porque a finales de febrero se decidirán los modelos que se adjudicarán y hay que ver “las mejores opciones” para la fabricación en los próximos años.
De los Mozos ha recordado que las factorías de Valladolid y Palencia optan a nuevos vehículos porque cuentan con la plataforma de la alianza, pero además la factoría de motores de Valladolid también podría optar a otros productos, mientras que en Sevilla ha reconocido algún problema de competitividad a mejorar, aunque también es candidata a otras fabricaciones.
Así, ha señalado que el volumen de esta carga de trabajo dependerá del acuerdo social pero también de aspectos como la optimización de inversiones, los proveedores y el “soporte” de las administraciones.
De esta forma, ha asegurado que la ingeniería de Renault España podría convertirse en “centro” de test de coches híbridos y también opta a varios proyectos como el de test para vehículos con hidrógeno verde.
El presidente-director general de Renault España cree que, en función del volumen, puede ser una “referencia” para la compañía, pero ha aclarado que para eso también es importante que las administraciones “empujen” y, también como presidente de Anfac, ha apuntado que la Mesa de la Automoción hoy en día “está parada”, el nuevo impuesto de matriculación “no ayuda” y ha reclamado la apuesta del Gobierno de la nación por el automóvil, con cuya industria “no se puede jugar” porque tiene que ser un “proyecto de país”.
GANAR EL PARTIDO
José Vicente de los Mozos ha reconocido que llegar “hasta aquí” ha sido “muy difícil” y se está jugando un partido para el futuro gracias a la competitividad lograda en España “en los últimos años”.
“Me gusta ganar los partidos y si hemos llegado al minuto 75 no quiero perder en los últimos 15 minutos”, ha asegurado el responsable de Renault, quien ha asegurado que ha hablado con los agentes sociales, con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco; el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y lo hará con varios ministros.
Tras expresar la apuesta “evidente” de Renault por España, que pretende ser referente en el país, ha señalado que espera y confía en un acuerdo que permita anunciar un plan para el futuro de las factorías, pero ha advertido de que el Grupo tiene que reducir un 30 por ciento el exceso de carga y no le gustaría que fuera “una fábrica en España” y su trabajo consiste en velar por los intereses del grupo.
Sin embargo, ha reconocido que la mayoría de los sindicatos están trabajando, que la palabra “competitividad no es nueva”, y han entendido hacia donde va el grupo y están comprometidos, por lo que espera que haya un acuerdo “rápidamente” para que cuando en París se tenga que decidir la localización de vehículos a España pueda llegar lo que se pretende.
Por ello, ha recordado que ha explicado personalmente las posibilidades de nueva carga de trabajo al comité intercentros y se han reanudado las reuniones con las centrales sindicales, que ha afirmado que aparte de defender el interés de trabajadores, “como deben hacer”, están comprometidas con la empresa, saben los vehículos que pueden llegar y están trabajando en la “ecuación” en la mesa de trabajo.
El presidente-director general de Renault España ha afirmado que la situación de las fábricas españolas “es buena”, aunque no son las mejores del grupo, pero en los últimos años se han aprovechado oportunidades para meter las plataformas del grupo. Además, aunque el coste de mano de obra es más caro, la eficiencia también es mayor y todo este “equilibrio” hay que integrarlo con la tecnología.
FÁBRICAS PREPARADAS
El responsable de la marca gala en España ha señalado la política del grupo, que es la de fabricar coches eléctricos en Francia y electrificados en España, pero ha apuntado que las piezas de acero son las mismas, igual que el ensamblaje o la pintura, pero los vehículos híbridos llevan dos motores.
A este respecto, ha agregado que las fábricas españolas están preparadas para el coche eléctrico, aunque si mañana tuvieran que fabricar el eléctrico podrían hacerlo y en lugar de montar dos motores se montaría uno, aunque esto podría reducir el empleo.
En esta línea, ha reiterado que está convencido que habrá un acuerdo que permita demostrar en París las condiciones por las que se traería a España esta actividad y ha recordado que siempre ha habido relaciones en las que se ha buscado lo mejor para los trabajadores y la empresa, algo que es “totalmente compatible”.
Por ello, ha pedido que “se les deje trabajar” porque a veces se dan noticias “inexactas” porque no se conocen las cosas en detalle y el camino “se tiene que encontrar”, tras lo que ha reiterado que se está convencido de que en las próximas semanas habrá “buenas noticias”.
De los Mozos ha aclarado que la única condición necesaria no es el acuerdo social, sino una apuesta de todas las administraciones por el sector del automóvil, que ve fundamental para la economía, y también ha explicado que cuando en París se decide dónde fabricar un modelo no se mira la congelación salarial sino el coste del coche entregado al mercado, con los diferentes costes, proveedores, un proyecto “global” y no ceñirse a la letra pequeña.
El directivo ha añadido que hay que seguir mejorando las condiciones de trabajo y ver otras circunstancias de un proyecto global porque cree que hay una serie de factores en los que los próximos cuatro años son “fundamentales” y ha apuntado la “altura de miras” de los sindicatos.
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