MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El piloto español de Superbikes Manuel González (Yamaha) volverá este fin de semana a competir en la categoría de Supersport 600 en el Gran Premio de Catalunya después de que el fin de semana pasado participase por segunda ocasión en esta temporada en la categoría de Moto2 del Mundial de Motociclismo, un lugar donde está, a pesar de que está “concentrado” en su actual campeonato y feliz con su nuevo equipo, “intentando meter el ‘morro'”.
El madrileño es el campeón del mundo más joven del motociclismo de velocidad tras coronarse en Supersport 300 en el año 2019 con apenas 17 años. Posteriormente, dio el salto a 600, donde esta temporada marcha en la quinta plaza y donde ha conseguido ya su primer triunfo (Francia), aunque entre medias, también sustituyó a Lorenzo Baldassarri en el MV Agusta Forward Racing en los Grandes Premios de Países Bajos y de Aragón, finalizando en este último en la decimoséptima plaza.
“En MotorLand todo fue mucho más tranquilo porque en Assen no me dio tiempo a hacer nada, tenía un lío de cosas y encima estaba lloviendo. Fue una sustitución rápida que me dio muy bien y el equipo me vio que trabajé superbien, así que quisieron repetir en MotorLand porque Baldassari sigue ‘tocado’ y no consigue recuperarse, ha sido otra oportunidad que se ha dado mejor”, comentó González en su visita a Europa Press antes de viajar a Barcelona junto a Ana Carrasco y Adrián Huertas, pilotos de Supersport 300.
El madrileño no escondió que notó el cambio porque Moto2 es una categoría “supercompetitiva en la que en cualquier vuelta se va a tope y a la mínima estás atrás”. “Es una moto que cambia muchísimo respecto a la 600, que necesita una manera de conducir más agresiva y con la Moto2 hay que ser más fluido, más suave con el freno y además estaba el cambio a las gomas Dunlop, totalmente distintas a las Pirelli. Se necesitan vueltas, experiencia y carreras, que es algo que no he podido hacer, pero creo que con el tiempo que he tenido se ha dado bien”, recalcó.
Por ello, González reconoció que no ve mal cambiar a esa categoría. “Estamos intentando meter el ‘morro’ en Moto2 ya que he tenido la oportunidad y el equipo Forward me ha visto por dentro. En el ‘paddock’ del Mundial de MotoGP ven que los otros campeonatos son de menos nivel y tampoco se fían de los pilotos hasta que están dentro y ven cosas diferentes”, confesó.
Sin embargo, no esconde que en Supersport 600 está “muy a gusto”. “En Yamaha me están tratando superbien y estoy concentrado aquí. Quiero seguir ganando carreras y trabajando, y luego lo que salga ha salido y la mejor oportunidad será la que cogeré”, puntualizó. “El sueño de todos los pilotos es ser campeones en MotoGP. El camino para llegar no me importa si se llega, pero tienes que trabajar donde estés y aprovechar las oportunidades”, añadió.
El campeón del mundo de 2019 de Supersport 300 también aclaró que el ‘paddock’ del Mundial de MotoGP “no se parece en nada” al de Superbikes. “No hablas con nadie, cada uno va más a su rollo y en Superbikes sales y te paras a hablar con cualquier equipo, y eso es lo que mola. Además, aunque con el Covid es ahora más difícil, los fans están más cerca y te lo pasas mucho mejor. En el de MotoGP te centras más en el trabajo”, afirmó, feliz de que pueda volver la afición porque “dan más ganas de hacerlo bien y si haces un podio es mucho mejor”.
“EN SUPERSPORT 600 CADA DETALLE CUENTA”
Sobre su primera temporada en Yamaha, advirtió que llegó “un poco tarde con el material y todo”. “No hemos podido probar los motores buenos hasta la primera carrera y todo ha ido remolque. Gané en Magny-Cours y podría haberlo hecho antes, pero esta es una categoría donde cualquier detalle cuenta y poco a poco nos estamos acercando”, detalló.
Por ello, llega optimista a Montmeló, un circuito que se le da “muy bien”. “Ya estuve cerca del podio el año pasado. La Yamaha ayuda mucho a entrar bien en las curvas y este circuito tiene curvas a las que tienes que entrar frenando fuerte. Es un fin de semana bueno para estar en la lucha por el podio o conseguir la victoria”, admitió.
Por otro lado, el madrileño recomienda “no volverse loco” a Adrián Huertas, actual líder en Supersport 300 a falta de tres carreras. “Yo estaba siempre entre los cuatro primeros porque era importante no cometer errores. Si se puede ganar se puede arriesgar un poco, pero no debe centrarse en los demás ni en el campeonato, debe seguir pensando en trabajar sobre la moto, mejorando y luchando por las carreras como si fuese la primera. Tampoco hay que reservarse porque hay rivales muy duros y tener cuidado con las caídas”, explicó.
Finalmente, González se refiero al estado del motociclismo en Madrid, donde cree que “siempre se ha tirado más por el motocross y en asfalto no hay sitio para entrenar y pocas ayudas”. “Tenemos muchos pilotos muy buenos y que no han conseguido llegar más arriba por problemas de dinero y de ayudas”, comentó.
“En Madrid ha sido siempre un poco más difícil y hay que buscar cosas fuera en Castilla La Mancha o Valencia porque te apoyan más. En KSB, donde entreno, siempre ha habido pilotos buenos desde que era pequeño. Adrián y yo hemos conseguido llegar a un Mundial y podemos empezar a enseñarlo”, sentenció.
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