MÁLAGA, 25 (EUROPA PRESS)
El Centro Penitenciario Málaga I ha acogido este fin de semana la fase final del XIV Festival ‘Alhaurín en Corto’, que organiza la Asociación Arrabal-AID en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, y en el que se ha premiado ‘Boquerones a Motor’, una historia a caballo entre el documental y el reportaje periodístico dirigida por Javier España.
Esta obra, una de las ocho finalistas, muestra la realidad del deporte adaptado para personas con diversidad funcional a través del club del mismo nombre vinculado a Amappace, cuyos jugadores practican una modalidad accesible denominada Powerchair football (fútbol en sillas de ruedas eléctricas).
España recogió la estatuilla al corto ganador de manos de Wendolyn, una interna en representación del módulo de mujeres, y aseguró que los jugadores le decían “que ganaríamos y se van a poner contentísimos”. En su intervención agradeció la confianza de los internos y reivindicó un mayor apoyo de las instituciones al equipo de ‘Boquerones a Motor’, “que no disponen de sitio para jugar y necesitan contar con mayor número de voluntarios”.
Los otros finalistas entre el medio centenar de cortos presentados fueron ‘7 dosis de dopamina’ de Virginia Rodríguez, una comedia romántica que plantea si existe el amor a primera vista o todo se debe a una cuestión científica; ‘Alcanzar el Vórtice’, donde Pedro J. Poveda que combina comedia y ciencia ficción para hablar de igualdad de oportunidades; y ‘Las Cenizas’ de Sami Ramos, que cuenta en clave de comedia surrealista cómo Félix es obligado por su madre a enterrar las cenizas de su padre no muerto.
También fue seleccionado el corto ‘Mi Estrella’, donde Sergio Barba presenta una historia de suspense en la que Alfonso lucha por liberarse de sus ataduras; ‘Nada de Otro Mundo’ de Jhon Márquez, que propone una búsqueda de nuestro propio origen entre el miedo y el caos; ‘La Muñeca de Kafka’, un corto de animación que mezcla hechos reales, ficción, fantasía y mito en un conmovedor relato sobre la pérdida dirigido por Bruno Simões; y ‘Los Vientos de Mayo’ de Daniel Clavero, que se adentra en el cine social.
Tras dos ediciones donde la pandemia determinó el formato de la final siendo necesario recurrir al circuito interno de televisión para proyectar los cortos y las presentaciones de los equipos, la edición de 2022 ha vuelto a ser presencial, permitiendo a los internos participar en un encuentro con directores y creadores.
‘Alhaurín En Corto’, que se celebra coincidiendo con los actos conmemorativos de las Fiestas de La Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, cuenta con la particularidad que son los propios internos del centro penitenciario quienes deciden la obra merecedora de la estatuilla con forma de cámara que representa al festival y se confecciona a lo largo del año en los talleres de la cárcel, así como el premio de 200 euros para próximos proyectos que otorga la Asociación Arrabal-AID.
La presente edición con el lema ‘Uniendo realidades’ buscaba reforzar el papel que juega la cultura en general y el cine en particular en la vida de las personas privadas de libertad, que “supone un paréntesis en su cotidianidad, le transporta a otras realidades y mueve emociones y sentimientos que contribuyen a desarrollar su imaginación y creatividad”, según ha indicado Juan de Lucas, integrante del equipo de Comunicación de Arrabal-AID.
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